Tamiz auditivo neonatal
El tamiz auditivo neonatal es una prueba que se debe realizar a todos los recién nacidos con el objetivo de determinar la salud auditiva al nacimiento.
A menudo existe la creencia equivocada de que si no hay antecedentes de sordera en la familia, no hay motivo para preocuparse por el diagnóstico auditivo del bebé. Sin embargo, más del 90% de los niños con pérdida auditiva nacen en familias de oyentes, ya que diversos factores al nacer pueden desencadenar daño auditivo, incluyendo alteraciones genéticas sobre las cuales no se tiene control.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre 1 y 5 de cada 1000 niños presentan algún grado de hipoacusia al nacer, por lo que la detección temprana a través del tamiz auditivo neonatal es crucial, ya que permite intervenir oportunamente y evitar las consecuencias asociadas con la pérdida auditiva.
Si un bebé nace con hipoacusia y no se diagnostica mediante el tamiz auditivo, se perderán meses (o incluso años) críticos para su desarrollo antes de que los padres se percaten. En cambio, un diagnóstico temprano permite tomar medidas para mitigar las repercusiones de la hipoacusia.
¿Cuáles son las consecuencias para un bebé que nace sin escuchar y no es atendido?
Las consecuencias para un bebé con hipoacusia no atendido incluye impactos significativos en el desarrollo del lenguaje. La capacidad de hablar es fundamental para la construcción de la identidad humana y la comunicación en un mundo predominantemente auditivo. Detectar a los niños con pérdida auditiva al nacer es esencial para brindarles oportunidades que la tecnología ofrece, permitiéndoles desarrollar su lenguaje al ritmo de sus pares.
¿Cómo se hace el tamiz auditivo neonatal?
El tamiz auditivo neonatal puede ser simple (emisiones otoacústicas) o ampliado (emisiones otoacústicas + potenciales auditivos automatizados). El primero se realiza en bebés sin antecedentes de riesgo, mientras que el segundo se aplica en aquellos con factores que aumentan la posibilidad de hipoacusia.
¿Cuáles son los factores de riesgo para sordera en un recién nacido?
- Prematurez: menor a 34 semanas de gestación
- Bajo peso al nacimiento: menos de 2kg
- Elevación de las bilirrubinas: arriba de 15mg/dl o exanguíneotransfusión
- Estancia en la unidad de los cuidados intensivos neonatales: más de 5 días
- Uso de medicamentos ototóxicos: furosemida, amikacina, gentamicina etc.
- Infecciones maternas durante el embarazo: citomegalovirus, rubeola, sarampión, varicela, covid etc
- Infecciones perinatales: neumonía, sepsis, meningitis, gastroenteritis, etc.
- Tener algún familiar con hipoacusia congénita
Es fundamental entender que un resultado “NO PASA” no indica sordera, pero SÍ INDICA que debe ser estudiado mediante la batería de evaluación audiológica.